Desde chicos ya, cuando teníamos que poner un nombre al equipo de la cuadra para jugar en el campito, era inevitable que surgieran apodos como “Los lobos”, “Los Tigres” y demás grupos. Los animales siempre sugieren algún tipo de identidad, habilidad o destreza que se desea resaltar o marcar dentro del equipo y si esto funciona así por estos pagos, donde poco tenemos que ver con algún animal especifico como puede ser un búfalo, en el continente negro donde habita la fauna terrestre más rica del planeta, no sería la excepción, sino que tomarían animales propios de las zonas y los harían populares para crear un sentimiento nacionalista y representativo para sus seleccionados de fútbol.
Cuatro de los ejemplos más claros y representativos que dan testimonio de esta idea son los seleccionados de Senegal, Costa de Marfil, Camerún y Nigeria
Senegal y Camerún tienen como emblema en el estandarte que levantan orgullosos al rey de la sabana “El León” caracterizado por su poder físico y la capacidad de intimidar hasta al más valiente con tan solo una mirada. Senegal opto por “Leones de Taranga”, Taranga en Wolof (idioma autoctono) significa bienvenida y hospitalidad lo que nos hace pensar en unos leones magnánimos que a pesar de su fuerza y poder siempre nos recibirán de buena manera. En cambio Camerún quiso dejar bien en claro que nadie podría con su espíritu inquebrantable y rebelde, de allí nacen “Los leones indomables”
Costa de Marfil, nombre que fue “otorgado” por los conquistadores ya que era una zona donde se comerciaba dicho material, el marfil. De aquí nace el seudónimo de “Los elefantes” enviando un mensaje de que la inteligencia, la fuerza y la unión del grupo seria el principal escollo del rival.
Nigeria por su parte decidió mirar hacia los cielos, lugar de donde nacerían “Las águilas verdes” teniendo como premisa la velocidad, ductilidad y sobre todo la certeza al momento de atacar.
Otros ejemplos que contribuyen a la idea de crear identidad futbolística mediante el aspecto y capacidades animales son: Las avispas de Ruanda, los dromedarios de Sahara occidental y los cervatillos de Ubangui de la República centro africana. Entre muchos otros.
Fútbol, animales y la idea de unirlos para generar representatividad y pertenencia mediante el deporte.